Carroll Dunham (New Haven, Connecticut, USA, 1949) se me presenta como un artista sorprendente. Su sexualización grotesca parece no producir un rechazo sino, por el contrario, sumergirnos en un mundo primitivo y curiosamente algo ingenuo. Con una técnica que mezcla pintura, dibujo e ilustración, figuras destacadas del fondo con amplias líneas negras y colores intensos y planos, se podría presentar como un artista neo-pop. El Whitney Museum of American Art inicia su presentación de este artista con las siguientes palabras:
«Carroll Dunham ha conservado un estilo pictórico muy personal a lo largo de cuatro décadas, investigando los aspectos pictóricos de la pintura en obras que revelan diversas referencias, como el surrealismo, el paisajismo clásico y los dibujos animados. Dunham también se ha inspirado en figuras históricas del arte tan diversas como Gustav Courbet, Paul Cézanne, Pierre-Auguste Renoir, Pontormo, Tarsila do Amaral y Sidney Nolan, así como en sus propias obras anteriores. «La pintura responde a la pintura», ha escrito Dunham».
























