Romualdo Locatelli (Bergamo, Italia, 1905-1943?), artista y miembro de una familia de artistas, fue uno de los pintores orientalistas italianos más destacados. Gozó de gran prestigio en los círculos de Milán y Roma, trabajando por ejemplo para el Papa, la familia real de Savoya o Mussolini. Entre sus viajes, que forjaron su amor hacia el mundo oriental, podemos citar a Túnez, Bali o Filipinas. Desapareció misteriosamente en este último país en un bosque próximo a Manila.
Según escribió en 1939 el crítico V. N. De Javabode, según se cita en la página de Geringer Art:
«Para Locatelli no hay problemas más allá de la belleza de la abundancia de la vida. No se encontrarán ideas profundas ni metafísicas en su obra. De manera espontánea revela la belleza del cuerpo y de la naturaleza. Aquí no se muestra tristeza ni pena, sino su opuesto, la belleza y la felicidad del mundo. Aquí no hay voces complicadas de una psique misteriosa, sino que se presenta puro placer de los sentidos.»












