El expresionismo alemán tiene como una de sus más destacadas figuras a Hans Emil Hansen (Nolde, Dinamarca, 1867-1956), cuyo apellido modificó indicando su pueblo natal y adquiriendo la doble nacionalidad alemana y danesa. Se trata de Emil Nolde, artista sometido actualmente a una fuerte polémica. Ángela Merkel retiró de la Cancillería Alemana obras de este artista al ponerse de manifiesto que el pintor, grabador y escultor era un antisemita nazi. A ese respecto Justo Barranco Berlín publicó en La Vanguardia estas palabras:
«…la muestra de la Hamburger Bahnhof, titulada Emil Nolde. Una leyenda alemana. El artista durante el régimen nazi, descubre al gran público que Nolde, la cara más visible de lo que los nazis vituperaron como arte degenerado, era a su vez un antisemita pertinaz y un militante nacionalsocialista de manual. Y lo fue hasta casi el suicidio de Hitler en el búnker. Sin embargo, supo construir su mito, destrucción de documentos incluida, y pasó a la posguerra como un mártir represaliado. Un resistente artístico que se dedicaba a pintar en secreto cientos de pequeños cuadros en los últimos años de la guerra».
Un artículo similar lo publicó Armira Armenta en la revista «on line» Desvandada.
Alejándonos de este aspecto sociopolítico nos encontramos con un artista que se formó en la Académie Julian parisina, que intentó empujar hacia adelante el impresionismo francés y fue miembro, durante un tiempo, del grupo Die Brücke. Su obra muestra un colorismo fauve muy destacado, con figura sencillas que recuerdan, en ocasiones a máscaras.





















