El espejo es un recurso artístico ampliamente utilizado desde el siglo XV. Permite simultanear una visión del sujeto u objeto desde perspectivas diferentes y trasladar una realidad tridimensional al mundo plano de un cuadro o una fotografía. También nos permite revelar, de un modo sutil, elementos ocultos, cuya presencia directa pudiera ser indeseable. Puede sugerir una realidad paralela que trata de penetrar, mas o menos a hurtadillas, en el plano principal de la obra. Realmente, siempre me ha fascinado la imagen que refleja el espejo, y suelo fotografiarme frente al mismo en mis viajes. No se muy bien por qué. No es narcisismo, como se puede muy bien comprender. Es como incorporar algo personal, íntimo y, a la vez artificioso y mágico, a la experiencia. Les muestro algunas de mis fotografías de los últimos años. El espejo me permitió autorretratos sin trípode.
En el Parador Nacional de La Gomera, hace una semana:


Vitoria-Gasteiz, Álava, mayo 2023:
Matalascañas, Huelva, 2023:
Santiago, Galicia, 2021
El Sauzal, Tenerife, 2020
Amán (Jordania), 2019:


Ribadesella, Asturias, 2019:
Madrid, 2018
Adeje,Tenerife, 2018
Valencia, 2018:









